Por favor leer primero la PARTE UNO.
Una vez que ha quedado establecido que la realidad consiste por completo de las experiencias momento a momento de los seres conscientes, bien merece la pena dedicar una amplia mirada a los filtros de estas experiencias. Aquí, la palabra “filtro”, resulta más bien una metáfora, y de hecho “modulador” se ajusta más al concepto. Los vikalpas son los moduladores de la experiencia individual, las “historias”, las construcciones de pensamiento, las interpretaciones de la realidad, son lo que te separa del todo, y esto es porque son únicas a cada persona, ¡son aquello que define la individualidad! No es de sorprender que los humanos discutan y se peleen todo el tiempo, puesto que al tener moduladores distintos, el 99.99999% experimenta una realidad diferente a la de los demás, y para cada persona la experiencia aparenta ser verdadera de manera tan absoluta que invierten grandes esfuerzos en hacer que la otra persona “vea las cosas desde su punto de vista”, lo que significa picotear en los vikalpas del otro hasta que salga algo que tenga una vaga similitud con una experiencia compartida. ¿Por qué hacemos esto? Porque uno se siente muy jodidamente solo cuando no hay nadie que comparta sus experiencias. Así que, como ya lo dije, puedes trabajar muy duro y hacerte de un conjunto muy funcional de vikalpas, y hacer que otros se alineen con él (que es lo que intentan la mayoría de los maestros “espirituales”), y entonces podrás alcanzar un nivel decente de felicidad y no estarás totalmente solo, y si eres lo bastante afortunado lograrás tener un atisbo de la aterradora realidad de que todo es un invento y que tu vida es una mentira muy funcional; esto en serio, no estoy bromeando, y si consigues hacer que funcione para ti, HÁZLO, y de hecho, te envidio.
La lucha por alcanzar el completo despertar, y estar de verdad en nirvikalpa –sin necesidad de ninguna interpretación de la realidad en ningún momento, incluyendo la interpretación de “yo” o de “mío”—puede ser por momentos una lucha amarga, difícil, dolorosa, marcada por realizaciones a las que llegaste a través de un gran esfuerzo y que se vuelven irrelevantes tan solo días después de haberlas logrado… o al menos así es durante todo el trayecto, hasta que deja de serlo. La “recompensa” del proceso es que en algún momento entras en un estado de no luchar nunca más (ya que solo luchamos contra la realidad con base en los vikalpas), y debido a que ya estás fuera de este ámbito, comienzas a compartir el mundo entero con todos los seres (sus vikalpas no inhiben tu conexión con su esencia, ya que esas construcciones también son parte del Todo que ahora puedes ver con claridad). Sin embargo, esta “recompensa”, aunque sin duda represente un enorme alivio y aunque marque el inicio de una vida de ligereza y soltura, no significa un sinfín de paz, amor y dicha y todas esas cosas. No es la felicidad, de hecho, es más simple que la cosa más simple que puedas jamás imaginar, sin ningún drama en lo absoluto (excepto en las ocasiones que lo es) y sin ningún significado. Sin todas tus construcciones de pensamiento, nada significa nada, ¿entiendes? Nada tiene significado. Eso es a lo que los seres iluminados se refieren cuando dicen que “todo simplemente es”. Todo significa lo que es, y no hay otra cosa que hacer más que estar con todo tal y como es. Desde la perspectiva de la mente, todo esto es un total y completo FASTIDIO, por lo que resulta muy conveniente que para este momento la mente se haya “quedado en el polvo” (es decir, que la mente ya no es el centro de tu identidad).
Una cosa más: cuando la mente intenta imaginar el concepto de “ninguna interpretación de la realidad es necesaria en ningún momento, incluyendo la interpretación del ‘yo’”, se imagina el caos. Aquí lo que la mente piensa es: “¿Cómo podría decidir sobre cómo hacer cualquier cosa o incluso si debo hacer cualquier cosa?” No obstante, cuando miras esto con más claridad, te das cuenta de lo tonto que es. La objeción surge porque la mente cree que no hay un patrón innato de la realidad aparte del que ella impone (y al mismo tiempo esta noción la hace sentir aterrorizada). Despierta y mira a tu alrededor, todo aquello que sucede, sucede de acuerdo a un patrón: la lluvia cae, los árboles crecen, los animales crían a sus hijos, ¿o acaso ellos requieren de una interpretación que les permita hacer lo que hacen?, ¿acaso las ardillas necesitan ir a la “escuela de ardillas” para aprender cómo almacenar bellotas para el invierno? Por supuesto que no, ¡y tú también eres un animal!, ¿o acaso lo has olvidado, con todo y tu mente súper inteligente? Eres un animal que se mete en problemas por pensar tan bien, que puede fabricar un mundo entero dentro de su cabeza, ¡y luego vivir en él, y proyectarlo en todo aquello que ve! Qué cosa tan extraordinaria. No obstante, sin ninguno de tus vikalpas, podrás ver con claridad que existe un patrón no conceptual de la realidad, y que este patrón está *completamente* a tu disposición cuando el velo de los vikalpas se ha caído.
“Pero”, surge la objeción, “vivimos en una sociedad moderna, no en la edad de piedra, así que a diferencia de otros animales, necesitamos de los vikalpas para navegar en este enloquecido mundo que hemos creado, ¡este mundo de vikalpas externalizados!”. Bueno, sí y no. En el mundo moderno, necesitas de los vikalpas como herramientas, pero no necesitas vivir en ellos, y tampoco necesitas ver el mundo a través de su lente; y el hecho de despertar del estado de sueño de vivir EN los vikalpas no significa que estos se desvanecen (bueno, algunos se desvanecen y algunos no). Aún tendrás acceso total a todos los vikalpas útiles, de la misma forma en que un carpintero tiene sus herramientas en el cinturón. Imagina que tan pronto como no necesites más de un pensamiento, lo desechas y este desaparece, se va, incluyendo también la experiencia del “yo” como un ser separado, lo cual resulta no ser otra cosa que un pensamiento persistente y profundamente arraigado (y que por lo regular es el último vikalpa a través del que se mira).
La realidad es aquello que no desaparece cuando dejas de creer en él. Por lo tanto, es obvio que la única manera de estar seguro de qué cosa es real es dejar de creer en *todo* lo que la mente te dice con respecto a la naturaleza de la realidad, y luego despertar y percibir y estar consciente de todo aquello que no se va. La razón de que esto no sea tan fácil, y que en un punto represente una maldita lucha, es porque el subconsciente tiene que seguir creyendo en las cosas sin dejar que la mente consciente lo sepa. Así que las cosas se complican un poco antes de alcanzar un estado tipo Zen, limpio y claro. Y si ya es demasiado tarde, si ya estás en el proceso, créeme, la única forma de salir atravesando todo el camino. He practicado por 25 años, estudiado de tiempo completo por 20 años, despertando a la claridad en los últimos cinco. Cuando se trata del tema del despertar, no puedes salirte del camino hasta que lo completas, así que tal y como sucede con cualquier otra experiencia de vida y cualquier emoción que represente un desafío, No hay otra forma de salir más que yendo todo a través.
Buena suerte, bendiciones, que todos los seres puedan ver que son libres.
सर्वेषां मुक्तिर्भवतु || हरिः ॐ तत् सत्