El gran sabio y erudito Abhinavagupta (Valle de Cachemira, cerca del año 1000 de nuestra era) nos brinda en su obra maestra “Luz Sobre los Tantras” (Tantrāloka), la más extraordinaria definición de liberación espiritual –el propósito de todas las formas de yoga— una definición despojada de las trampas religiosas e intelectuales:
“La liberación (mokṣa) no es distinta del Ser tal y como es en su naturaleza real, infinitamente libre. No es una pequeñez insignificante, pero tampoco algo a lo que tenga de dársele demasiada importancia. Por lo tanto, ni siquiera es necesario asignarle un nombre por separado.” || 1.31
En otras palabras, debido a que la liberación (en otros contextos también se le llama “despertar” o “consciencia” bodha) es tu naturaleza verdadera ya-existente; no deberíamos un darle término técnico (como “iluminación”), puesto que hacerlo conlleva el riesgo de convertirla en un objeto, algo que debe alcanzarse, distante de nosotros, cuando en realidad ya es quien Tú en realidad eres. Entonces, ¿cómo es que uno descubre y logra tener acceso completo a su verdadera naturaleza? A través de reconocer con humildad que nuestra visión de la realidad está lamentablemente incompleta:
“Para empezar, nuestro sistema [Tántriko], declara en todas las escrituras que esa visión incompleta (ajñāna) es la causa del ciclo de sufrimiento, y que la completa introspección (jñāna) es la única causa de la liberación.” || 1.22
Este es el eje fundamental de toda la filosofía de Abhinavagupta. Debido a que la ignorancia resulta ser el único “problema” (que él define como visión incompleta en 1.25), la única causa de la liberación es la INTROSPECCIÓN en la verdadera naturaleza de la realidad. No obstante, esta introspección (jñāna) no es un pensamiento, es visión clara no verbal, y no conceptual (nirvikalpa). Abhinava nos dice que dicha introspección es el único objetivo que debe perseguirse, ya que todas las otras formas de actividad religiosa no son más que maneras de pasar el tiempo, como juguetes para niños (aunque él enseñó que incluso la actividad ritual podría ser una forma de cultivar la introspección, aunque por lo regular no es así).
¿Cómo sabemos que Abhinava no está hablando de ninguna forma de conocimiento conceptual y verbalizable cuando utiliza la palabra jñāna? Porque dice lo siguiente:
“El Mālinīvijayottara [Nuestra escritura raíz], refuta la vana especulación en torno al tipo de conocimiento intelectual que puede conducir a la liberación, [ya que todo el conocimiento intelectual es] subsecuente a la activación del ciclo de sufrimiento (saṃsāra) [por lo tanto no puede abordar su causa]; y afirma sencillamente que cuando hay ausencia de esto [ignorancia], hay liberación.” || 1.24
Es así que al eliminar la ignorancia, en lo que se refiere tanto a las creencias firmemente arraigadas que no están alineadas con la realidad, como a una percepción limitada, la introspección surge de forma automática. ¿Cómo podría ser de otra forma, si la introspección de la que hablamos es la visión no conceptual y directa de la naturaleza de la realidad? Nuestro enfoque debe centrarse en expandir nuestra visión de las cosas y hacerla más incluyente (a Abhinava le habría encantado la historia de “El Ciego y el Elefante”), así como en disolver las construcciones mentales (los vikalpas, que él aborda a profundidad en otra sección de su obra). Observa cuán distintos son estos dos enfoques de la habitual agenda religiosa de pensar los pensamientos “correctos” (llámesele dogma, creencia o doctrina, es lo mismo). Abhinava continúa con su definición de la introspección liberadora de la siguiente forma:
“Aquello que revela una percepción aún más plena de la realidad por conocerse, junto con los principios (tattva) [que la constituyen], es lo que yo llamo “[verdadera] introspección”, (jñāna) que [de manera natural] se vuelve cada vez más incluyente, y conlleva al cese de los diversos ciclos de sufrimiento.” || 1.32
Mi comentario en torno a estos cuatro versos clave:
En resumen, el camino Tántriko no dualista nos presenta una proposición radical: ya somos seres liberados, y nuestro único problema (siempre) es falta de percepción o una atención mal colocada. Toma en cuenta lo siguiente:
Dicho en términos simples, estamos condicionados a prestar más atención a lo que es tanto periférico como efímero (todo aquello que puede ser nombrado), y menos atención a lo que es central y permanente (aquello que no puede ser nombrado, y por lo tanto no tiene un valor cultural). Por ejemplo, al prestar atención a nuestras construcciones de identidad (“soy americano”, “soy hindú”, “soy una buena persona”, etc.), les otorgamos energía (¡el poder de la consciencia!), y por lo tanto hacemos que crezcan de manera desproporcionada en nuestra percepción, lo que nos lleva a darles más energía, hasta que nos convencemos de su realidad, y olvidamos que no son más que pensamientos. Sin embargo, si aprendes a darle tanta (o de preferencia más) atención al terreno inmutable de todos los pensamientos, el “cielo” en el que las nubes de los pensamientos, sentimientos e identidades vienen y van, con el tiempo su quietud y presencia se volverán cada vez más poderosas y tangibles, y entonces alcanzarás una comprensión directa de aquello a lo que Abhinava se refiere: que en tu verdadera naturaleza ya ERES un ser liberado. El hecho de que actualmente utilices esa libertad para fortalecer tus “historias” hasta que parezcan ser reales y vinculantes es una prueba de ello: eres tan libre, que eres libre para ser atado.
Tu pregunta es, ¿cuál es el “terreno inmutable” de todos tus pensamientos y sentimientos? Bueno, es imposible expresarlo con palabras (la tradición lo llama simplemente śivatva o “Esencia de Dios”), así que tienes que descubrirlo por ti mismo. Yo lo llamo “terreno” porque es el sitio desde donde surgen todos los fenómenos internos (pensamientos, etc.), y en donde se vuelven a fundir; parece ser “inmutable” porque es un campo de potencial infinito, un vacío preñado con la posibilidad de todo –así que al no ser una cosa, un fenómeno o una experiencia, es “inmutable”. Como lo expresó Ramana Maharshi: “Los pensamientos vienen y van; los sentimientos vienen y van. Encuentra aquello que permanece.” Cuando ves la realidad desde la perspectiva del terreno inmutable de tu ser, ESO es “introspección”, en el sentido que Abhinavagupta le da a la palabra.
Estos cuatro versos pueden consultarse en su contexto original aquí.
EPÍLOGO: Por supuesto, el problema relacionado con la atención mal colocada no es para nada un asunto menor, ya que es el conducto directo hacia todos los actos de crueldad en el mundo. Los seres humanos se hieren y se matan los unos a los otros debido a que prestan atención y creen en los pensamientos que existen dentro de sus cabezas (en especial sus construcciones de identidad), esta es la causa directa de todos los conflictos. ¿Cómo podría existir, por ejemplo, la violencia entre hindúes y musulmanes sin que existiese la creencia en los pensamientos de “soy hindú” y “soy musulmán”?
Y para que no pienses que esta es una filosofía anti-intelectual: no tienes que creer en un pensamiento para poder usarlo como herramienta. Como cualquier otra herramienta, es una forma de interactuar con la realidad; puedes usar un martillo para asesinar o para construir un refugio, o puedes limitarte a dejarlo en su lugar. Todos los pensamientos son iguales. LOS PENSAMIENTOS SON HERRAMIENTAS, NO VERDADES.
Nota: aquí presento los versos en sánscrito que traduje líneas arriba (por favor toma en cuenta que el sánscrito de Abhinava es altamente elíptico y especializado, y solo puede traducirse con toda corrección por alguien que posea una íntima relación con su pensamiento, como pude constatarlo por la vía difícil).
स्वतन्त्रात्मातिरिक्तस् तु तुच्छो ऽतुच्छो ऽपि कश्चन ।
न मोक्षो नाम तन् नास्य पृथङ्नामापि गृह्यते॥ ३१
svatantrātmātiriktas tu tuccho 'tuccho 'pi kaścana /
na mokṣo nāma tan nāsya pṛthaṅnāmāpi gṛhyate // 1.31
इह तावत् समस्तेषु शास्त्रेषु परिगीयते ।
अज्ञानं संसृतेर् हेतुर् ज्ञानं मोक्षैककारणम् ॥ २२
iha tāvat samasteṣu śāstreṣu parigīyate /
ajñānaṃ saṃsṛter hetur jñānaṃ mokṣaika-kāraṇam // 1.22
विशेषेणेन बुद्धिस्थे संसारोत्तरकालिके।
सम्भावनां निरस्यैतदभावे मोक्षम् अब्रवीत्॥ २४
viśeṣeṇena buddhi-sthe saṃsārottara-kālike /
sambhāvanāṃ nirasyaitadabhāve mokṣam abravīt // 1.24
यत् तु ज्ञेयसतत्त्वस्य पूर्णपूर्णप्रथात्मकम्।
तद् उत्तरोत्तरं ज्ञानं तत् तत् संसारशान्तिदम्॥ ३२
yat tu jñeya-sa-tattvasya pūrṇa-pūrṇa-prathātmakam /
tad uttarottaraṃ jñānaṃ tat tat saṃsāra-śānti-dam // 1.32
LA ILUSTRACIÓN DE ABHINAVAGUPTA que acompaña este texto es obra de ELKE AVIS