Muchos yogīs de occidente tienen la impresión de que cada palabra en sánscrito posee muchos significados, y por lo tanto cualquier verso en sánscrito tiene un sinnúmero de posibles interpretaciones, lo cual les otorga (según ellos mismos) licencia para leer un verso de cualquier forma que quieran. Esto es de hecho falso, ya que aunque es común que las palabras en sánscrito posean muchos significados, solo uno de ellos es válido en un determinado contexto, y por ende cada verso tiene una sola interpretación correcta, a pesar de que con frecuencia discutamos en torno a cuál interpretación es la adecuada (ese es justo el trabajo de los comentaristas). Esta falta de comprensión lleva a algunos no sanscritistas a creer que pueden crear sus propias traducciones del sánscrito a partir de escribir en una pila de fichas los distintos significados de las palabras en sánscrito contenidas en un determinado verso, ¡para luego combinar e intercambiar las fichas a su antojo! (No estoy bromeando, incluso hay una “traducción” publicada del Vijñāna-bhairava para la cual se utilizó este dudoso método).
Por supuesto que un autor en sánscrito muy diestro puede incluir, dentro del orden de las palabras, sutiles implicaciones que haya que descifrar. En sánscrito, el poder que las palabras tienen para comunicar aquello que no está explícitamente dicho recibe el nombre de dhvani. No obstante, dhvani solo opera en ciertos tipos de obras literarias (por lo general se asume que solo está presente cuando el autor así lo dispuso, tal como sucede en la poesía con sugerencias eróticas). *Lo anterior no es lo mismo que los significados múltiples, y de hecho no implica que cualquier significado que el lector elija sea válido. El lector necesitaría dominar las reglas de gramática del sánscrito para poder hacer una traducción correcta.
Sin embargo, algunos autores de lengua sánscrita utilizan otro recurso literario llamado śleṣa o paronomasia, que consiste en algo parecido a un juego de palabras o doble sentido (que no es necesariamente humorístico), en donde el autor elige palabras polivalentes o polisémicas, de tal modo que lector haga una primera lectura de la frase y luego se dé cuenta que hay otra forma enteramente distinta de leer la misma frase. Algunas pistas alertan al lector sobre esta lectura secundaria, la cual es coherente y el autor la consideró. Ilustremos esto con el más famoso ejemplo dentro de la literatura Tántrika clásica, el “verso insignia” de Abhinvagupta, con el cual comienza el Tantrāloka, el Tantrasāra, así como otras obras.
vimala-kalāśrayābhinava-sṛṣṭi-mahā jananī
bharita-tanuś ca pañca-mukha-gupta-rucir janakaḥ |
tad-ubhaya-yāmala-sphuritabhāva-visarga-mayaṃ
hṛdayam anuttarāmṛta-kulaṃ mama saṃsphuratāt || 1 ||
Significado 1: la Madre [Divina] es Ella, quien es terreno de poder puro, radiante con una génesis siempre nueva. El Padre es Él, quien está lleno [de todas las śaktis], y mantiene su Luz a través de sus cinco rostros. ¡Que mi Corazón, que es uno con la diversa creación que fluye desde la fusión de estos dos, encarnando el néctar del Absoluto, resplandezca!
Es claro que este verso habla de la unión de Shiva con Shakti, de la forma en que esta unión da origen a todas las manifestaciones, y de cómo el autor experimenta unidad con esta diversa creación. No obstante, aquí el lector se topa con un acertijo: aunque dentro de esta cultura, Shakti con frecuencia es referida como la Madre, Shiva nunca es referido como el Padre (janakaḥ). Entonces, ¿qué es lo que sucede aquí? Poco a poco le va quedando claro al lector que hay un doble sentido en las primeras tres líneas. Una cuidadosa evaluación (sustentada por la información biográfica tomada del último capítulo del Tantrāloka) nos brinda el siguiente significado secundario, que es autobiográfico, pues se refiere a los padres del autor:
Significado 2: Mi madre Vimalā es aquella para quien el nacimiento de Abhinava fue un festival de alegría; mi padre es reconocido como Siṃhagupta, lleno [del estado de Śiva]. ¡Que mi corazón, formado a partir de las emisiones del estado exultante de su unión, que encarna el néctar del Absoluto, resplandezca [a través de esta obra]!
En este segundo significado, Abhinava nos dice de manera oblicua que sus padres fueron seres despiertos, quienes lo concibieron durante un ritual Tántriko (Kaula). En lugar de invertir espacio analizando el significado de este maravilloso verso, puedo referir al lector a una pieza especialmente brillante de Alexis Sanderson, que constituye el artículo mejor logrado en el campo en cuanto a este verso: pp. 89-102 de su "Comentario en torno al Verso de Apertura del Tantrasāra". Sin embargo, para facilitar la referencia, he creado una imagen que utiliza un código de color que muestra al lector con precisión qué palabras tienen un doble significado y cuáles son estos.
Tomémonos un momento para analizar con más detalle la increíble espectacularidad de este verso, que funciona como una especie de punto de unión para todo el cuerpo de enseñanzas de Abhinava, así como para su historia personal, y en este sentido expresa a la perfección una idea que es central en su teología: que la Divinidad es la fuente trascendente de todas las cosas, y al mismo tiempo es completamente inmanente como todas las cosas –y de la forma más especial, como los seres encarnados autoconscientes. Estos dos modos se compenetran entre sí en un dinamismo equilibrado, por siempre unificado y que al mismo tiempo surge fresco a cada momento de la experiencia. De este modo, cada acto sexual procreativo entre dos seres humanos que estén en equilibrio dinámico recapitula el divino acto de la creación (y su recreación, que surge eternamente) del universo. La diferencia en el caso de los padres de Abhinava es que ambos estaban plenamente conscientes de esta verdad y la encarnaron de manera total en el momento de su concepción (o eso es lo que él nos cuenta). Por lo tanto, los dos diferentes significados del verso de hecho expresa una sola verdad de forma expandida y contraída, que son reflejo la una de la otra. Esta es una enseñanza clave en los linajes Spanda y Pratyabhijñā.
Las demás enseñanzas centrales y clave que están integradas en este verso son las siguientes cinco:
❖ Todo lo que existe expresa la naturaleza de la Diosa, que es el terreno inmaculado del Poder absoluto, del cual emanan todas las formas específicas de poder y energía y hacia el cual retornan.
❖ Todas las cosas y todos los estados son aspectos de la única Luz de la Consciencia que surge sin cesar en un juego dinámico que expresa la intuición creativa de esa Luz en el modo de auto percepción.
❖ Dios es aquel que da unidad y cohesión a todos los diversos poderes (śaktis), y proporciona estructura para el dinamismo que fluye libre de la Diosa.
❖ La Deidad maxima, la Realidad máxima, es la fusión de estos dos (Dios y Diosa, cohesión y dinamismo) como el paradójico dos en uno: la realidad conocida como el Corazón (hṛdaya) o la Esencia (sāra), pues es el lugar desde donde fluye toda la creación.
❖ Este Corazón, cuando penetra y permea cada nivel de nuestra encarnación, se experimenta como un incomparable y dulce néctar de alegría y vida eterna.
Ahora volvamos al Tantrāloka 1.21 (= Tantrasāra 1.3), que también tiene un tipo de paronomasia:
śrī-śambhunātha-bhāskara-caraṇa-nipāta-prabhāpagata-saṃkocam |
abhinavagupta-hṛd-ambujam etad vicinuta maheśa-pūjana-hetoḥ || 21
“Como un acto de veneración divina, que todos contemplen el loto del corazón de Abhinavagupta, <su capullo se abrió por la luz que cayó de los rayos del sol, || su contracción [por siempre] proscrita por la sabiduría que desciende desde los pies del iluminador,> [mi maestro] el reverendo Śambhunātha." ||
La frase “como un acto de veneración divina” no es precisamente egoísta, ya que Abhinava sabe que el loto de su corazón individual es idéntico al Corazón universal (como sucede con todos nosotros). La parte entre < > muestra los dos significados del componente sánscrito bhāskara-caraṇa-nipāta prabhāpagata-saṃkocam. Es claro que el autor le dio un doble significado a propósito. De hecho, este no es un ejemplo de śleṣa en el estricto sentido de la palabra, sino una metáfora bien construida. Para el análisis de este verso, el lector puede consultar la p. 122 y continuar con el artículo de Sanderson que cité líneas arriba.
Observa que la palabra nipāta (caer/descender) implica de forma clara la transmisión de śaktinipāta (o śaktipāt) de la naturaleza esencial. A pesar de su gran aprendizaje y sus logros, Abhinava fue en este sentido una figura similar a la de Rumi, y no fue hasta que conoció al gurú del Kaula, Śambhunātha, que recibió el descenso de la gracia, al cual le atribuye todo su despertar, ver Tantrāloka 1.16:
śrī-bhaṭṭanātha-caraṇābja-yugāt tathā śrī-bhaṭṭārikāṃghir-yugalād guru-santatir yā |
bodhānya-pāśa-viṣanut-tad-upāsanottha bodhojjvalo 'bhinavagupta idaṃ karoti || 16
“La transmission del linaje del Gurú desde los pies de loto del reverendo Bhaṭṭanātha y de los pies de loto de la reverenda Bhaṭṭārikā (es decir, Śambhunātha y su consorte) es el antídoto para el veneno de las atadiras de aquello que [parece] distinto a la Percepción. Inflamado con el despertar que surge de la adoración y por el servicio a este linaje-transmisión, Abhinavagupta crea su obra (el Tantrāloka).”
“Inflamado por el despertar” (bodhojjvala) es la declaración más cercana que Abhinava realizó jamás en torno a la naturaleza de su propio estado/logro, y qué manera tan hermosa de expresarlo: su despertar surgió de su devoción y servicio (upāsana).
En el verso 20 añade: “Esta composición es obra de Abhinavagupta, cuyo nombre fue elevado por sus Gurús, y cuyo logro provino de la contemplación de los pies de loto del Señor de Tres ojos.”
¡Espero que hayas disfrutado esta discusión en torno a los dobles significados, la naturaleza de la traducción del sánscrito, la autoría del Tantrāloka y la causa de la liberación de Abhinavagupta!
*(Para dar un ejemplo de dhvani, ver este famoso verso, en el cual una joven mujer le dice a un mendigo errante: “Vagabundea libre, sādhu, ya que el pequeño perro que solía molestarte ha muerto en las garras de un león que vino por estas tierras.” Obviamente, lo que ella quiso expresar es lo opuesto a lo que las palabras dicen: ella quiere que el sadhu se mantenga alejado para poder tener una relación con su amante. Este es un dramático ejemplo de dhvani; con frecuencia el significado sugerido no es el opuesto).